Según los resultados de la evaluación internacional realizada en 2018, un 30% de nuestros estudiantes está por debajo del nivel básico, porcentaje mayor al promedio de los 20 países participantes (24%). Además, en el país tanto las mujeres como los estudiantes del quintil más bajo mostraron una mejora significativa respecto a la medición anterior.
PISA Financiera es una prueba internacional que mide las competencias financieras de estudiantes de 15 años a nivel internacional a través de dos instancias, una prueba y un cuestionario. Se realiza cada tres años y los resultados se distribuyen en 5 niveles de desempeño. A partir del nivel 2, los jóvenes demuestran contar con una educación financiera básica para desempeñarse de manera eficiente en la sociedad actual.
En la última medición, realizada en 2018, participaron 20 países, entre ellos Chile, Australia, Canadá, Estonia, Finlandia, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Brasil, Bulgaria, Georgia, Indonesia, Perú, Rusia y Serbia. Chile participa desde 2015, por lo tanto, se presentan tendencias por primera vez.
Según los resultados, dados a conocer por la Agencia de Calidad de la Educación, en nuestro país el 70% de los estudiantes demuestra contar con una educación financiera básica (nivel 2 hacia arriba) para desempeñarse de manera eficiente en la sociedad actual. En tanto, el 30% está bajo ese nivel, proporción mayor al promedio de los 20 países participantes (24%). Además, el 3% de los estudiantes alcanza el desempeño más alto (nivel 5).
El puntaje de alfabetización financiera para Chile es de 451 puntos, mientras que el promedio de los 20 países participantes es de 478. Según la escala de puntaje de educación financiera, las estudiantes mujeres del quintil más bajo mejoraron significativamente su rendimiento, pasando de 379 puntos en 2015 a 407 en 2018.
Respecto a los niveles de desempeño, en general se observa una mejora en la distribución de Chile. Por ejemplo, se presentó una disminución de estudiantes bajo el nivel 1, pasando de 16% al 10%, y también hubo un aumento en la proporción de jóvenes en el nivel 3, subiendo de 22% a 25%.
Al analizar los resultados según grupos socioeconómicos, los mayores cambios se observan en el grupo más bajo (ESCS 1), donde se observó una disminución de 11% de los estudiantes bajo el nivel 1 y un aumento de 8% en el nivel 2, y de 5% en el nivel 3. Particularmente, las mujeres del grupo socioeconómico más bajo son las que presentan una mayor variación. La proporción de estudiantes con desempeño bajo el nivel 1 disminuyó un 12% entre 2015 y 2018.